En temas de cannabis debemos dejar atrás el empirismo y ser más científicos: Dr. Alejandro Lara, director médico de Landsteiner Scientific
El doctor Alejandro Lara Terrazas cuenta con más de veinte años de trabajo en la industria farmacéutica y actualmente es director de unidad, tanto médica como de acceso y de desarrollo, en Landsteiner Scientific, compañía farmacéutica mexicana que, entre otras cosas, realiza investigación en torno al cannabis. Conversamos con él sobre los desafíos y el futuro del sector en el país.
El doctor Alejandro Lara Terrazas es médico egresado de la UNAM, especialista en anestesia por el sistema petrolero, subespecialista en clínica del dolor y subespecialista en control de síntomas en el paciente oncológico por el Instituto Nacional de Cancerología. Además cuenta con una maestría en administración de empresas con comercialización estratégica y dirección de factor humano por la Universidad del Valle de México.
Industria420: ¿Qué tipo de investigaciones realiza Landsteiner Scientific?
Dr. Alejandro Lara Terrazas: Landsteiner Scientific es una empresa 100% mexicana y es relativamente joven, tiene alrededor de veinticinco años en el mercado mexicano y siempre se ha caracterizado por poner al alcance, tanto de médicos y pacientes, medicamentos genéricos tanto alopáticos como biocomparables y últimamente, con esta pandemia, material de curación, pruebas diagnósticas y hemos trabajado muy fuerte sobre los biotecnológicos, incluidas las vacunas.
Tenemos el firme objetivo y la misión de poner al alcance herramientas que puedan ser susceptibles de prevenir, de restablecer la salud y de tratar las enfermedades que sufre hoy la población.
En el caso de investigación en torno cannabis, Landsteiner Scientific cuenta con una patente llamada "CannSpheres", ¿de qué se trata?
Este un tema que me apasiona porque las CannSpheres lo que nos proporcionan en el armamentario médico es una forma farmacéutica diferente que permite disminuir la dosis, prolongar el tiempo de liberación y con ello ser igual de efectivo o más con menos eventos adversos esperados.
Es un sistema de liberación resultado del trabajo que realizamos en nuestro centro integrado CELAN 2 de Landsteiner Scientific, donde tenemos toda la infraestructura, la nanotecnología, todos los análisis de investigación que nos permiten que nuestros medicamentos, que están probados en calidad, eficacia y seguridad, cada vez tengan mejores formas farmacéuticas.
Entonces, las CannSpheres son una forma farmacéutica que sirve de vehículo para los medicamentos. Específicamente hablando de cannabis, pues vamos a utilizar menos dosis con la misma efectividad por un tiempo de vida media mayor que nos permite ser igual de efectivos pero disminuyendo los eventos adversos esperados.
¿Cuáles son los retos que enfrenta la investigación en torno al cannabis para científicos y farmacéuticas?
En toda empresa el invertir en la investigación y en el desarrollo es un valor agregado que implica una parte de responsabilidad social, como industria, para poder seguir innovando y creando. ¿Qué implica y qué retos nos enfrentamos? Uno es tener tanto una ley como un marco normativo, porque somos firmes creyentes tanto de la propiedad como de la normatividad. Yo siempre he dicho que después de la aeronáutica, la segunda industria más controlada y autocontrolada es la farmacéutica, ¿por qué?, pues porque en nuestras manos está la vida y está prácticamente todo lo que se le va a administrar un individuo y nuestro margen de error es cero.
Entonces necesitamos una normatividad muy alta, tenemos que cumplir con la misma y debemos ir adecuando todos nuestros procesos para ir cumpliendo con todas estas etapas que, nosotros como médicos o como gente de la industria, sabemos que van desde el desarrollo de la fórmula, todo el análisis y los estudios preclínicos y clínicos que nos permitan tener la certeza, la seguridad, de que lo que estamos proporcionando ha sido probado en las diferentes escalas y en los diferentes estratos, tanto en animales como en el ser humano.
Hablando específicamente de cannabis ya tenemos un par de años en los que estamos realmente interesados en desarrollar algo que alguna vez dijimos que era la medicina alternante. Y la medicina herbolaria puede ser mucho más antigua que la misma medicina alopática que hacemos hoy en día, porque desde nuestros ancestros, como los aztecas (y ahí está escrito en el Código de Juan Badiano), el compendio de la medicina prehispánica se basaba en plantas y dentro de esas plantas es sabido que se utilizaba la cannabis.
Por ejemplo, quién de nosotros en su infancia no vio esas pócimas con las que nuestros abuelos, o quizás nuestros padres, utilizaban alcohol, alcanfor y algunas otras plantas o semillas que pudieran ser aromáticas y se lo untaban como medida o como remedio analgésico y paliativo para los dolores de las articulaciones. Entonces, esta parte de la herbolaria mexicana nosotros la retomamos y nos enfocamos también en la cannabis y como industria farmacéutica estamos enfocados en los medicamentos cannábicos.
¿Por qué hago este énfasis? Los medicamentos a diferencia de otras clasificaciones como suplementos, cosméticos, etc., tienen un sustrato clínico, tienen un estudio. Te decía que la farmacéutica es especialista en probar todo lo que hace, el estudio clínico es eso: un protocolo controlado donde podemos observar las diferentes variables, medir la eficacia, evaluar la seguridad de lo que estamos haciendo y producir medicamentos.
Porque es bien sabido que (el tema del cannabis) no nada más es para los problemas artríticos, el dolor o la inflamación, sino también para epilepsia, migraña, cáncer... existen muchas otras enfermedades donde la cannabis ha probado tener eficacia como tratamiento complementario.
Por ejemplo, hablando de cáncer, tenemos un protocolo que me gusta mucho. En el cáncer gástrico, específicamente, que es uno de los protocolos que estamos manejando, desafortunadamente se detecta en etapas tardías donde prácticamente las posibilidades de curación son pobres y el empleo de la quimioterapia sí tiene un efecto pero es bastante agresivo para el individuo, se ha visto que emplear concomitantemente medicamentos cannábicos con la quimioterapia reduce los eventos adversos de la quimio, favorece la muerte celular de estas células cancerosas que llamamos apoptosis y a fin de cuentas tiene un efecto benéfico en el tratamiento y en el control del mismo cáncer y de los síntomas: náusea, vómito, depresión, extreñimiento, etcétera.
Y lo que estamos tratando de probar con los estudios clínicos es esa eficacia más allá de lo que hoy tiene esa población que sólo recibe la quimioterapia o que no recibe nada, que es el peor de los casos.
¿En qué fase de desarrollo se encuentran los medicamentos con base en cannabis de Landsteiner Scientific y qué podemos esperar?
Hemos estado probando parte de nuestros medicamentos en animales, como lo marca la norma, y la parte importante en cuanto a toxicidad, reacciones, etc. El estado que tenemos en el laboratorio es la parte preclínica. De ahí queremos pasar a la parte de clínica para poder evaluar dosis y seguridad, porque debemos recordar que los pilares de la industria farmacéutica son la calidad, la eficacia y la seguridad de los productos. Lo mismo tenemos que probar para los medicamentos cannábicos.
Hoy somos de las pocas compañías en la industria que tiene más de diez protocolos ya establecidos y estamos esperando el visto bueno de la autoridad, porque todo esto además de la autorregulación se ha regulado a través de los diferentes organismos del sector Salud. Entonces, siempre somos respetuosos de este tipo de autorizaciones porque son ensayos clínicos controlados.
Cada uno de los medicamentos debe tener una dosis y una forma farmacéutica específica porque una cosa no cura todo, depende mucho de la dosis, la relación, la mezcla y para eso hemos establecido colaboración con otras empresas en Sudamérica y otras en Estados Unidos y Canadá, en algún momento lo hicimos con Europa, donde es un poco más complejo, para también tratar de evaluar sus productos con nuestros protocolos y poder tener una colaboración.
Nos interesa mucho el mercado mexicano, que la población se beneficie de estos medicamentos, que sepa qué se está tomando, en qué concetración, con todos los certificados que amerita, que no lleve contaminantes, llámese pesticida o metales pesados organofosforados que en lugar de beneficiar pueden dañar al ser humano.
Esa es la calidad que nosotros buscamos con nuestros medicamentos con todos sus certificados y, por qué no, en el futuro ser también una empresa que pueda exportar o fabricar productos de otros países para el consumo de otras poblaciones.
En el sector del cannabis de uso medicinal, específicamente farmacéutico, se requiere de la capacitación y participación de los médicos, ¿cómo avanzar en su preparación?
Creo que en paralelo al desarrollo y la fabricación de los medicamentos es muy importante la educación médica contínua. Hoy en día tenemos múltiples plataformas que nos permiten acercar el conocimiento a los prescriptores y a los mismos usuarios, a través de una normatividad. Soy un firme creyente de que debemos apoyar que la mano que prescribe tenga el conocimiento y conozca tanto los efecto benéficos como los eventos adversos esperados. Y eso se logra a través de agrupaciones colegiadas, es decir concejos, colegios, que reúnan a este tipo de profesionales acreditados previamente.
Si un medicamento con base cannábica tiene alguna concentración o alguna subpartícula del cannabis que sea controlada deberá llevar una normatividad que requiere una receta específica emitida por un facultativo cuya corresponsabilidad implica que tenga el conocimiento que está prescribiendo.
O sea, en la Ley General de Salud los medicamentos están categorizados en fracciones y dependiendo del riesgo para la población es su limitación en la prescripción. Por ejemplo, cuando queremos comprar un antibiótico necesitamos una receta, porque el uso desmedido o el dispendio lo único que favorece es resistencia y entonces a la población ya no le hacen efecto estos antibióticos. No se diga de los medicamentos controlados, que aparte del efecto psicotrópico tienen un efecto psicodisfórico que tiene que ser medido y evaluado por el facultativo.
El paciente tiene derecho a la salud, tiene derecho al alivio de los síntomas, pero ese derecho en los pacientes genera una responsabilidad, una obligación, en la contraparte que son los profesionales de la salud.
Los derechos generan obligaciones y para esas obligaciones los facultativos tienen que basarse en el conocimiento científico, en la evidencia bibliográfica, en la capacitación contínua en las diferentes plataformas, antes se utilizaban revistas ahora está en el medio electrónico. Hoy puedes tener acceso a la información mundial en un instante a través de bases de datos, etc. Eso es lo que se requiere para poder estar actualizado y asegurar que la población está recibiendo de la manera correcta y siendo seguida y evaluada por un facultativo plenamente capacitado. Ese es un compromiso sine qua non de nosotros.
Alrededor del cannabis hay un estigma histórico provocado por las políticas prohibicionistas, pero recientemente también tenemos evidencia científica alrededor del uso de los cannabinoides. ¿Cómo ayuda el conocimiento científico a combatir el estigma?
Creo que lo más importante es identificar y darle foro a líderes nacionales. A veces somos un poco ciegos frente a lo que tenemos en el país. Recuerdo muy bien que hace algunos años mucho de los descubrimientos del cannabis se hicieron en Israel a través de Raphael Mechoulam, quien describió desde sus orígenes los principios activos y los empezó a aislar. Bueno, pues en México tenemos un investigador que después de Mechoulam fue el segundo a nivel nacional e internacional que describió un sistema endocannabinoides y ha trabajado toda su vida en trastornos del sueño, el Dr. Óscar Próspero García.
Y entonces pareciera que nos sorprende, cuando en realidad en México tenemos científicos, tenemos médicos, tenemos gente que se dedica precisamente a este tipo de investigaciones y son en publicaciones de nivel internacional. Nosotros, como médicos y profesionales, sabemos que ese tipo de revistas como Nature o British Medical Journal tienen un peso específico a nivel mundial para difundir el conocimiento.
Y hablando de cannabis se ha avanzado mucho en el aislamiento, México en algún momento también fue líder y pionero en este desarrollo de investigación. Tenemos estudios en institutos nacionales con investigadores mexicanos que sirvieron para desarrollar precisamente este tipo de medicamentos cannabinoides o análogos que alguna vez estuvieron en el mercado y que por una u otra razón desaparecieron.
Hay que seguir presionando y favoreciendo que el conocimiento se transmita, que la investigación se favorezca, porque lo único que nos va a hacer diferentes es aportar a la comunidad internacional, tener una población sana y educada que nos permita en realidad colocarnos en la posición que queremos como un país pujante, como un país que va hacia adelante, como un país que propone.
Alrededor de los medicamentos (con cannabinoides) hay muchas cosas, como suplementos o cosméticos, a los que yo no quito alguna eficacia o algún bienestar, por cierto me gusta mucho la palabra en inglés "wellness", eso es lo que buscan: bienestar y confort.
Pero lo que nosotros buscamos como farmacéutica son medicamentos que contribuyan al tratamiento, al control de síntomas, que eso signifique calidad de vida. No buscamos una calidad de muerte, queremos una calidad de vida que nos permita llegar a la muerte, que es lo que todo mundo tenemos seguro, en las mejores condiciones.
En México ya existe un marco regulatorio en materia de cannabis de uso medicinal pero necesita mejorarse, ¿qué podemos esperar en este sentido?
Es algo que ya empezó. Existe una ley, en algún momento se estableció un reglamento y luego los lineamientos no quedaron alineados a la ley... pero creo que hay una gran apertura por parte de la gente que se dedica a esto para escuchar a los expertos y seguir agregando valor para que quede alineada.
¿Por qué? Porque es una necesidad. Esto se lo decía a mis alumnos en la cátedra: cuando empecé hace algunos años a tratar pacientes con cáncer y a tratar de mitigar sus síntomas, de esos pacientes quizá uno o dos de cada diez venía con algún medicamento alterno, con una pócima que le dio alguien sin saber qué era. Hoy, de cada diez pacientes, alrededor de unos siete u ocho, sin temor a equivocarme, ya traen medicamentos alternos y eso es un riesgo, porque no sabemos cómo la hicieron ni la concentración exacta... eso no ocurriría si los medicamentos estuvieran bajo el control, sí de la autoridad, pero con la fabricación de la industria farmacéutica, con homologación, estandarización y certificaciones.
Como te decía, este tema no es de ayer, es ancestral, viene del uso empírico, de voz en voz. Entonces lo que queremos es aportar ante esa gran ola de requerimiento y de necesidad insatisfecha de control de síntomas, al utilizar medicamentos con base cannábica herbolaria, que puedan ayudar a mitigar, agregar valor a la medicina alopática, que es la nuestra, a la homeopática o a la que sea, creo que es un gran beneficio y creo que es una necesidad y ya se está dando.
Cerrar los ojos sería como meter la cabeza en la tierra al estilo avestruz, cuando sabemos que la gente ya lo usa, que la gente lo requiere y que la eficacia está probada, porque ya todo el mundo lee que en Europa, en Israel, en Asia, se utiliza y que tiene efectos.
Y bueno lo estamos trayendo al país bajo una normativa específica que no es para todos, y lo que queremos aquí es un beneficio colectivo y que la gente tenga el acceso y la seguridad, que los profesionales de la salud tengan la educación médica continua que requieren y también el soporte y el apoyo de la industria farmacéutica que siempre ha brindado.
La industria (farmacéutica) es una de las principales responsables en los procesos y en los programas de actualización médica contínua tanto de médicos y de profesionales de la salud, porque no dejamos de lado aquellos influenciadores como son enfermeras, psicólogos, etc., porque los psicólogos no prescriben pero escuchan todo y recomiendan todo, por poner ejemplo.
Tenemos que ayudar a nuestras autoridades a normar para entrar en el carril correcto que nos permita un uso racional y que nos permita la mejor calidad, la mayor eficacia con la menor presencia de eventos adversos, con una red de farmacovigilancia que nos permita detectar y apoyar a la población cuando tenga algún problema o riesgo.
¿Algo más que quieras agregar a la entrevista?
Creo que es importante sensibilizar, pero de una manera ordenada, con base científica, dejar de lado el empirismo y ser cada vez más científicos. Insisto en que tenemos mucha gente muy brillante en el país a la que tenemos que darle foro y necesitamos apoyar sus investigaciones.
Me atrevo a ser insistente con nuestras autoridades en el sentido de que mucha de la investigación en el país se fondea y existe gracias a los patrocinios de la industria, porque no hay dinero que alcance para el gobierno cuando se trata de favorecer la investigación nacional, por eso se requieren de este tipo de apoyos.
Más información:
https://www.landsteiner.com/cannabis/
https://www.landsteiner.com/investigacion-cannabica/
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Reportero del sector del cannabis.