Industria420: ¿Cómo te involucraste en la industria del cannabis?
Marvina Thomas: Comencé en 2016-2017 y la razón fue porque tengo casas de apoyo (group homes) en las que ayudamos a muchas mujeres y hombres que quieren dejar las drogas y el alcohol y reintegrarse a la sociedad. Una vez recibimos en el programa a una mujer a quien le estalló una tubería en la cara y se quemó el rostro y tenía bacterias en el rostro. Así que hice un poco de jabón para ayudarla, porque me cansé de comprarlo. Le di una de mis barras de jabón y en un par de semanas su rostro regresó y su piel era hermosa y brillante. Entonces dije “aquí tenemos algo”.
Así que comencé a hacer jabones para mi familia y amigos y les pedí que me dijeran que les gusta para mejorarlo, que me dijeran la verdad para modificarlo. Entonces dije: está bien, necesito agregarle más cosas. Y en nuestro grupo de estudio escuché sobre el cannabis en Arizona.
Ahí fue cuando decidí conocer gente de la industria y vi que había mujeres creciendo en el sector y yo era la única mujer de color. Entonces empecé a ofrecerme como voluntaria, para ayudar y que la gente de la industria me conociera. Comencé a hacer preguntas, porque la única forma de aprender es actuando, ¿sabes? Como siempre le dijo a la gente: "en una boca cerrada no entra alimento". Así que seguí aprendiendo y mi cuerpo me pedía más.
Era como una esponja tratando de absorber todo. Entonces supe de un evento de mujeres y cannabis en Colorado y volé hacia allá, nunca había ido, y me impresionó mucho porque había mujeres de todo el mundo, abiertas para hablar, y pensé "Dios mío, lo encontré". Y empecé a aprender sobre la planta, porque yo no era consumidora.
Así que fui a la Cannabis University y aprendí lo que la planta hace al cuerpo y cómo ayuda con la ansiedad, dolor crónico, artritis, manchas en la piel... y yo siendo enfermera pensé "esto es hermoso". Así que tienes el mundo del CBD y tienes el lado del THC. Así que aprendí a poner CBD en mis jabones, luego comencé a hacer mis cremas. Entonces empecé a hacer todo tipo de cosas integrando derivados del cannabis.
En 2017 lancé 420 Skincare con productos para la piel y en 2019 pude abrir una cocina con licencia para hacer comestibles con CBD y THC (420 Medibles). Ahora también lanzamos mi línea de moda y ropa, ahora está todo bajo la marca Fourtwenty Collections.
Y con las tres compañías devolvemos algo la comunidad, el 25% de las ganancias se van a las Casas de Apoyo. Y la razón es porque estoy en el campo médico y las Casas de Apoyo desde 2003 y cuando he acudido a los bancos para solicitar préstamos para ayudar a la gente con su salud mental o para salir de las drogas y el alcohol me lo han negado. Así que le pedí ayuda a Dios y se me ocurrió usar el dinero para ayudar y desde entonces se me han abierto muchas puertas.
Pero esto no sucedió de la noche a la mañana, ¿me caí? Sí, varias veces y pensé en renunciar, pero aprendí de mis errores. Ahora estoy ayudando a otras mujeres que están pasando por lo que yo viví. Me refiero a empoderar mujeres, especialmente mujeres de color, porque muchas mujeres negras y morenas fuimos dejadas fuera.
Creo que actualmente soy la única mujer de color que tiene estos tres negocios, pero estoy segura de que habrá más y no tengo problema en ayudarlas porque en esto hay dinero para todas, ¿sabes? Pero siempre le digo a la gente que si está en este negocio para tratar de conseguir dinero está en el negocio equivocado, hay que dejar que el dinero te siga, no seguir al dinero. Ese es un gran motto para mí porque cuando empiezas a perseguir dinero es cuando te equivocas. Pero si dejas que el dinero te persiga el cielo es el límite.