En diciembre de 2021, VISA prohibió el uso de "cashless ATMs", transacciones en las que una terminal de tarjetas de débito simulaba ser un cajero automático, una práctica común en dispensarios en ese entonces.
Aunque el cannabis de uso adulto es legal en 23 estados y suman 38 entidades las que tienen algún programa de cannabis medicinal, la planta se mantiene ilegal a nivel federal por estar en la Clasificación I en la Ley de Sustancias Controladas, junto a la heroína y el fentanilo, lo que evita que los grandes bancos ofrezcan sus servicios a la industria.
Para llevar sus operaciones y poder pagar sus impuestos las empresas del sector del cannabis han recurrido a bancos locales y regionales, así como uniones de crédito estatales.
La falta de acceso al sistema bancario provoca un alto manejo de efectivo en los dispensarios del país, incrementando los riesgos de seguridad y entorpeciendo el crecimiento del sector.
En el Congreso estadounidense se han impulsado varias iniciativas para abrir el acceso a los bancos para la industria del cannabis, como la SAFE Banking Act, que han fracasado en el Senado en múltiples ocasiones debido a la falta de voluntad política.