Producimos cannabis con conocimiento agronómico e invernaderos de alta tecnología: Jesús Burrola, CEO de POSIBL

Jesús Burrola, CEO de POSIBL. Imágenes: POSIBL.

Jesús Burrola es mexicano, originario de Hermosillo, Sonora. A los 18 años de edad migró a Estados Unidos y dos décadas más tarde dirige POSIBL, una compañía productora de cannabis en Salinas, California. Conversamos con él sobre las ventajas comerciales de los invernaderos y los desafíos del sector.



Industria420: Cuéntanos sobre POSIBL, ¿cómo surgió y qué es lo que aporta a la industria del cannabis?

Jesús Burrola: POSIBL se fundó en diciembre de 2017. Tenemos una propiedad de 12 acres (48 mil metros cuadrados) en la ciudad de Salinas, California, que es un área agrícola muy tradicional en Estados Unidos. Aquí se encuentran los corporativos de todo tipo de compañías agrícolas grandes.

En la década de los 80s esta era un área productora de flores ornamentales, pero algunos cambios como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte provocaron la llegada de flores de otras partes y quedaron muchos invernaderos abandonados.

Cuando ocurrió legalización del cannabis, la ciudad de Salinas y el condado en Monterey permitieron cultivar cannabis en formato de invernadero para aprovechar todas esas áreas. Nosotros encontramos una propiedad que consideramos que tiene todas las características climatológicas perfectas para poder producir, especialmente en un ambiente de invernadero.

En la actualidad tenemos cerca de 100 mil pies cuadrados (9 mil metros cuadrados) de cultivo de cannabis en invernaderos de alta tecnología, con luz complementaria. También hacemos maquila y empaque aquí mismo.

Maquilamos para quince de las marcas de cannabis más grandes de California, por lo que somos una parte de la cadena de suministro importante para inversionistas que no necesariamente son agricultores. Nosotros nos encargamos de la producción y empaque y ellos de encontrar clientes y hacer branding.

Cuéntanos sobre la forma en la que producen y qué ventajas ofrece cultivar en invernadero.

La historia de nuestra compañía comenzó con invernaderos de alta tecnología en México, en la producción de tomate, pepino, chile, etc. Entonces aplicamos conocimiento agronómico y tecnología de invernadero al cannabis.

Si cultivas cannabis en exteriores (outdoor) es difícil controlar la calidad y solo tienes una o dos cosechas al año y para una marca es difícil depender de este modelo porque no tienes producción la mayor parte del tiempo, además de que estás a merced del medio ambiente y, por ejemplo, un tipo de lluvia puede dañar tu cosecha.

También está la opción de producir en interiores (indoor) pero es muy caro y no aprovechas las condiciones naturales del clima, la luz del sol, porque todo se hace de manera artificial, por eso es caro.

Nosotros aplicamos la tecnología de invernadero que es una combinación de las dos anteriores. Así tenemos el control del clima y todo lo que se necesita para producir plantas de alta calidad y al mismo tiempo tienes una curva de costos más baja, ya que se usa luz natural, etc.

Eso nos permite producir con alta calidad a un bajo precio y tener hasta cinco ciclos de cosecha al año, lo que permite empoderar una marca comercialmente. Además estamos integrando siempre lo más avanzado en tecnología con el conocimiento tradicional que existe sobre el cannabis.

El equipo de POSIBL es orgullosamente latino.

¿Qué viene en el corto plazo para POSIBL?

Pronto vamos a lanzar una marca propia enfocada en el consumidor latino. A diferencia de otros sectores como el de la cerveza o el alcohol, en el cannabis no ha existido una marca enfocada en el consumidor latino, siendo que Los Ángeles es la ciudad con más latinos en todo el país.

Y esto es para nosotros un tema de orgullo, porque somos un grupo de mexicanos y latinos que estamos en la industria y queremos educar y a normalizar el cannabis en nuestras comunidades.

Otra cosa es que en un par de semanas comenzaremos la construcción de otros 120 mil pies cuadrados de invernaderos de alta tecnología. Este proyecto se ha venido trabajando desde hace dos años, con el condado y los inversionistas, ha sido complicado, con mucho esfuerzo de todo el equipo. Estamos listos para el siguiente paso de la empresa.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta el sector?

Un reto que está siempre presente es el tema legal, la regulación cambia de la noche a la mañana. Esta es una industria legal pero que vive en un mundo un poco gris. Y cosas que son bastante sencillas en otros negocios, como tener una cuenta de banco, hacer depósitos, son difíciles por el estado en el que se encuentra el sector.

Esta no es una industria madura como lo es, por ejemplo, la del tomate, donde hay cinco variedades que los productores y el consumidor conocen muy bien. En el cannabis hay un mundo infinito de genética que es muy peculiar, que crece maneras muy diferentes y nosotros no sólo buscamos hacer escala sino también mantener el craft.

Además los gustos cambian muy rápido y hay que estar al tanto y adelantarse a las tendencias de consumo. Y hay variedades de cannabis que se producen mejor pero no necesariamente son las que el consumidor quiere comprar. Por ejemplo, en este último año hemos tenido más de 60 variedades y el reto como productores es tener una gran capacidad para leer la planta y poder hacer cambios inmediatos para maximizar la producción sin necesariamente haber producido una variedad previamente.

Otro reto son las restricciones en cuanto las aplicaciones. No existe una certificación federal en el cannabis, porque en ese nivel continúa siendo ilegal, por lo que las restricciones son muy altas. Tenemos a nuestra disposición medidas preventivas más no tratamientos, es decir, cero pesticidas, etc. Por esto, el tema del manejo de plagas y enfermedades es más complicado que con otros cultivos.

Cómo funciona el cultivar para terceros, ¿ustedes tienen un catálogo de semillas o ellos las proporcionan?

De las dos maneras. Nosotros tenemos nuestro banco genético, con más de 30 genéticas diferentes de las que mantenemos a las madres, y hacemos planes junto con las marcas y pueden tomar de ahí. También hemos tenido marcas que piden una genética en específico y tenemos relaciones con otras empresas del sector para conseguirlas o hacemos cruzas para genéticas propias para las marcas.

California tiene la industria del cannabis más avanzada del mundo, pero enfrentan problemas importantes, ¿cuáles son estos desafíos específicos?

El mercado ilegal continúa siendo más grande que el legal. Se estima que el mercado ilegal de California está entre 8 mil y 10 mil millones de dólares y el legal es de 4 mil millones. Si trabajas en el sector legal tienes que cumplir con requisitos como impuestos estatales, hay muchos controles, no puedes mover ni una planta, ni una flor sin que lo reportemos. Es mucho trabajo y más áreas en la que se pueden cometer errores.

El consumidor termina pagando más o menos lo mismo en el mercado negro y el mercado legal, pero en el segundo el productor obtiene menos, paga impuestos y absorbe más gastos. Ese es el problema más grande.

Otro asunto importante es el consumo. Hoy California tiene menos dispensarios que cuando sólo era legal el cannabis de uso medicinal, antes había alrededor de tres mil dispensarios y hoy existen cerca de 600, aunque ya es legal el uso recreativo. Hay muchas trabas en los procesos de licencia en las diferentes ciudades. Falta que se expanda la red de dispensarios para que el cannabis se vuelva más accesible para los consumidores.

Todo indica que tarde o temprano habrá una legalización federal y se va a despenalizar la planta y que serán los estados quienes hagan sus propias reglas, ¿crees que es lo adecuado?

Es la pregunta del millón. Creo que a largo plazo habrá una legalización a nivel federal, dentro de más de cinco años, pero en el corto plazo sí habrá una descriminalización de la planta, se abrirá el tema bancario, la inversión, y habrá menos trabas.

Y estos cambios también traerán preguntas importantes para la industria. Hoy tienes que producir en el estado en el que vendes, entonces hay mucha redundancia.

Se están generando muchas inversiones y mucha infraestructura donde tal vez no tiene mucho sentido hacerlo, pero así son las reglas del juego. Si quieres vender cannabis en seis estados, necesitas plantas de producción en cada uno. Esa dinámica no existe en otras industrias, porque no es eficiente.

Y la legalización está ocurriendo porque los gobiernos lo ven como una manera de recaudar impuestos y con la legalización federal los estados podrían perder un poco de ese control y los políticos no quieren dejar ir esos recursos. Es algo que se va a poner muy interesante.

¿Cómo combatir el estigma que existe alrededor de trabajar en la industria del cannabis?

Lo principal es educar sobre la planta, sus efectos, quiénes son los consumidores, etc. En el tiempo que he trabajado en esta industria he conocido a personas con un talento impresionante.

Muchos pensarían que es pura gente que viene del mercado ilegal, pero la verdad es algo totalmente diferente: banqueros de Goldman Sachs, gente que viene de Apple o Google, personas con carreras muy exitosas que ven una gran oportunidad en esta industria que tiene un crecimiento similar al que tuvieron las empresas de internet hace más de veinte años. El cannabis es una de las industrias más grandes que se crearán en el tiempo que a mí me tocará ver y ser parte.

Más información:

https://www.posiblproject.com

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