Industria420: ¿Cuál es el rol de Allay Consulting en la industria?
Kim Stuck: Somos consultores especializados en compliance. Trabajamos con empresas que quieren ir más allá, no solo cumplir con su red regulatoria y la de su estado sino también a nivel federal. Entonces, ayudamos a las personas a cumplir con las regulaciones estatales, certificación GMP, FDA, certificación OSHA contra incendios, ISO, certificación orgánica, ese tipo de cosas.
Comencé en la industria en 2014, fui la primer reguladora de cannabis en el país para una autoridad de salud pública, en Denver, y así fue como me involucré con la industria. Fui la persona encargada de compliance de cannabis durante poco más de tres años. Luego, en 2017, decidí que realmente quería ayudar más a la industria trabajando en el sector privado, con una consultoría. Ahora tenemos dos oficinas, una en Denver y otra en Portland, Oregon.
Además tenemos una división de psilocibina que comenzamos a principios de este año. Estamos ayudando a empresas de todo el mundo, pero principalmente en Oregón porque ahí es donde ya es legal con fines terapéuticos. Así que también estamos en todo eso y estamos muy emocionados.
¿Cuáles son los problemas más comunes de las empresas de cannabis en materia de cumplimiento regulatorio?
Por lo general tiene que ver con el seguimiento y la trazabilidad (track and trace), con sistemas de números de lote, con cuáles ingredientes pueden entrar en determinado producto, planes para retiro de producto, planes de seguridad alimentaria, etc.
Y cuando hablo del tema alimentario mucha gente piensa que sólo me refiero a algo como un brownie, pero todos los consumibles tienen que estar en ese nivel de grado alimenticio. Y eso incluye productos para inhalación, vape pens, dabs y cosas así. También tinturas, cápsulas y pastillas prensadas, es decir, cualquier cosa que entre en tu cuerpo.
Por eso ayudamos a las personas a comprender qué es la seguridad alimentaria y les ayudamos a crear productos que sean seguros para los consumidores porque la mayor parte de la industria no está regulada en lo que respecta a un Departamento de Salud, por lo que depende de los propietarios de la empresa el ir más allá y crear productos realmente seguros en los que la gente pueda confiar. Eso es en lo que ayudamos a personas y compañías.
¿Cuáles son los mercados o los estados donde es más difícil lograr el cumplimiento regulatorio?
Bueno, cada estado tiene sus propios problemas, no creo que un estado sea particularmente más difícil que otro. Obviamente, hay particularidades entre estados, por ejemplo, si estás en el mercado del Delta-8 no querrás fabricar productos de Delta-8 en un estado que los haya prohibido. Obviamente hay cosas así, pero en la mayoría de los lugares la gente está trabajando y las regulaciones están cambiando todo el tiempo.
La mayoría de los estados se inclinan por exigir la certificación GMP de un tercero, como lo hacen Florida o Michigan, que lo tiene en sus regulaciones, otro caso es el CBD en Nueva York. Entonces, ese tipo de lugares podrían ser un poco más complicados por las regulaciones de GMP y no todos lo entienden, así que enseñamos a la gente a entender la regulación tan bien como nosotros.
¿Tienen clientes fuera de Estados Unidos?
Sí. Trabajamos con clientes en Canadá, en México (donde todo está comenzando y es muy emocionante), tenemos un cliente en Israel y uno en Sudáfrica. Entonces, dondequiera que alguien quiera cumplir con los estándares de calidad y regulación, podemos ayudarlos, no sólo en Estados Unidos, aunque la mayoría de nuestros clientes están en este país.
¿Con qué tipo de clientes trabajan?
Trabajamos con todo el mundo. Tenemos clientes que son realmente grandes y han estado trabajando en el sector durante mucho tiempo pero quieren cumplir con ciertos estándares o quieren mejorar su operación y que hagamos un par de auditorías para asegurarse de estar en el lugar correcto, porque la legalización a nivel federal va a ocurrir y muchos clientes están pensando a largo plazo preparándose para ello.
También tenemos muchos clientes que son nuevos en la industria, empresas muy pequeñas, empresas familiares, que quieren hacer las cosas bien desde el principio. Cuando construyen una planta de producción les decimos dónde poner todo y nos aseguramos de que están siguiendo todas las reglas de GMP. También las ayudamos con la estandarización de sus procedimientos operativos, hacemos auditorías y capacitamos a su personal, todo eso.
Así que es muy emocionante cuando conseguimos un cliente porque podemos empezar donde sea que se necesite, aprendemos sobre lo que hace y sus expectativas. Y todos los planes que hacemos están estructurados para cada cliente en particular.