La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos publicó una guía con recomendaciones para la investigación clínica del cannabis para la fabricación de medicamentos.
Esta guía se creó en 2020 y se envió a la Casa Blanca para su revisión y aprobación y hace señalamientos para que los desarrolladores de fármacos con cannabinoides cumplan con las leyes federales.
En Estados Unidos el cannabis con más de 0.3% de THC es ilegal porque sigue clasificado como categoría I en la Ley de Salud, mientras que las plantas con menos de 0.3% son consideradas cáñamo y su producción y distribución es legal desde 2018.
En el documento destaca que para la obtención de cannabis con fines de investigación científica la Universidad de Mississippi ya no será la única institución aprobada por la DEA para proveer plantas.